Entre las diversas razas felinas el birmano se destaca por ser dulce, afable, indulgente, sociable, confiado y gentil. Son gatos relativamente callados de voz refinada y suave, adorables compañeros y fieles a sus dueños. Ansían la compañía humana. Son moderadamente activos, juguetones y deseosos de atención. Una cualidad muy especial es que sostienen la mirada cautivando el alma.
Son muy inteligentes y fáciles de educar, inclusive se los ha llegado a apodar gato-perro pues con paciencia y dulzura no hay destreza que el birmano no pueda aprender… más de un birmano trae su juguete para que el dueño se lo arroje cual perro con su pelota.
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El hermoso birmano tiene un porte elegante y magnánimo. Es un gato que necesita el cariño y la atención de su protector y no hay cosa más grata para él que la interacción afectuosa. Tratado con suavidad y paciencia no hay recompensa más grande que el amor divino de un birmano.
Casi como haciendo honor a sus orígenes el birmano es un gato con gran percepción y siempre estará acompañando a su dueño aun más en los momentos difíciles de la vida.
Es un gato paciente y tolerante con los niños y le gusta involucrarse en las actividades del hogar y del dueño o cuando éstas se tornan demasiado activas suele retirarse silenciosamente para una apacible siesta.
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